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Categoría: Blog

Gingivitis en perros

La gingivitis es la inflamación de las encías y de las mucosas bucales, y puede desarrollarse en una enfermedad mucho más grave, la periodontitis en perros.

Por suerte, la gingivitis se puede controlar mediante tratamiento y manteniendo una buena higiene bucodental.

Una de las causas principales es justamente esa, una mala higiene bucodental del perro. Las bacterias se alimentan de los restos de comida que se quedan en los dientes, hasta el punto de empezar a reproducirse y a expandirse por toda la boca, dientes y encías. Ello, acaba generando sarro, la antesala a la aparición de la gingivitis en perros.

Si el sarro se expande, el animal puede llegar a tener sangrado e inflamado de las encías.

Si no quieres que tu perro llegue hasta ese punto, presta atención a los signos previos:

  • Inflamación y sangrado de las encías
  • Dolor en la zona bucal de perro
  • Halitosis o mal aliento
  • Enrojecimiento de la encía (paso previo al sangrado e inflamación)
  • Mayor salivación
  • Molestias al comer
  • Falta de apetito como consecuencia del dolor
  • Cambios en su comportamiento: no quiere jugar, está más apagado e incluso más irascible.

De todos modos, como siempre os recomendamos, lo mejor es que ante cualquier mínima duda consultéis a vuestro veterinario de confianza para evitar una posible enfermedad más grave.

¿Le duelen las articulaciones a mi perro?

Aunque mucha gente lo desconoce, la artrosis es una de las enfermedades más comunes en medicina veterinaria, y de forma contraria, es una patología muy infradiagnosticada. Suele confundirse con el envejecimiento de las mascotas y por ello, es muy importante evitar que el dolor articular de tu perro aumente o se cronifique.
La artrosis es una enfermedad de las articulaciones del perro degenerativa que consiste en el deterioro progresivo del cartílago articular.

Signos más comunes del dolor articular canino

  • Cojera y/o rigidez
  • Pérdida o falta de motivación para moverse, jugar o hacer ejercicio
  • Fatiga
  • Exceso de lamido de ciertas zonas
  • Hipersensibilidad a la palpación de ciertas zonas
  • Dificultad para levantase, saltar, subir o bajar escaleras

Si has detectado alguno de los signos anteriores, tu prioridad es acudir inmediatamente al veterinario para encontrar el tratamiento más adecuado e intentar aliviar su dolor para que tu perro no sufra.

Sordera en perros

La sordera en los perros puede producirse por diferentes factores. Por ello, dependiendo de cuál sea su causa, diferenciamos:

  • Sordera por infección: suele ser temporal. Pero, si la pérdida de audición se agrava, puede volverse crómica.
  • Sordera por lesiones o enfermedades
  • Sordera por envejecimiento: reducción paulatina de su capacidad de escucha.
  • Sordera hereditaria: una condición genética perteneciente al propio animal.

Los principales síntomas para detectar si tu perro está sordo o tiene pérdida de audición, es ver que no reaccionan ante ciertos sonidos. Además, la conducta del animal puede verse alterada en aquellos casos en los que empieza a perder audición, como por ejemplo, que camina más pausado o no acude a tu llamada, incluso puede asustarse ante objetos, personas u otros animales de su alrededor.

Cuidar de un animalito sordo suele ser difícil, pero tienes que tener en cuenta que es indispensable acercarte a él con mucho cuidado para que te vea sin asustarse.

Respecto a los tratamientos actuales, ellos dependen del nivel de sordera del animal, así como su causa, tal como comentábamos al principio.

Aún así, recuerda que una buena higiene auditiva es indispensable para garantizar una buena salud auditiva. Limpiar sus orejas al menos una vez cada quince días es fundamental para evitar complicaciones posteriores.

Si tienes dudas que tu perro pueda estar perdiendo capacidad auditiva, acude a tu veterinario para que te aconseje qué hacer. Pero sobre todo, ten paciencia.

Info: Anicura

Daños en las uñas del gato

Cuando se produce la rotura de uña en un gato, lo notaremos inmediatamente porque el animal cojeará y se lamerá frecuentemente la pata, así como mostrar dolor al apoyar la patita o al rozar la uña.

Aunque dicha rotura no suele ser grave, tu animal mostrará dolor, y debes tener en cuenta que en caso de fisura o partición, es importante que acudas a tu veterinario.

Normalmente, en caso de tener que arrancar la uña, se venda la pata para protegerla. Entre 1 y 3 días, se debe retirar la venda y cambiarla. Recuerda que al cambiar el vendaje, hay que lavar la pulpa con mucho cuidado y agua templada. En caso de ver que el dedo se le hincha o inflama, vuelve a acudir a tu veterinario.

Info: Anicura

Garrapas en gatos

Las garrapatas pueden afectar a diferentes animales, y en el caso de los felinos, se adhieren a la piel para alimentarse de su sangre y les puede ocasionar enfermedades.

Si sospechas que tu gato puede tener estos parásitos, primero tienes que detectarlos. A veces se ven rápido pero en otras ocasiones es necesario detectarlas con el tacto. Una vez la encuentres, mantén la calma y no intentes arrancarla de cualquier forma. Lo más recomendable es acudir a un veterinario para que la elimine, pero si prefieres hacerlo en casa, necesitas unas pinzas o unas pequeñas tenazas para agarrar la garrapata e ir estirando hacia fuera hasta que se suelte.

Aún así, independientemente de si has extraído la garrapata o no, es fundamental acudir al veterinario para asegurarnos que el parásito ha salido por completo.

Info: Anicura

Epilepsia en perros

En los perros, la epilepsia no es un trastorno común, y hay algunas razas que son propensas a padecer ataques epilépticos, como pueden ser los labradores, el golden retriever, beagle o el pastor alemán.

Estos ataques se producen cuando la actividad eléctrica de su cerebro se altera y produce convulsiones. Puede ser debido a diferentes factores, por ello, lo más normal y recomendable es que consultes a tu veterinario inmediatamente para conocer el origen de la epilepsia y poder tratarla cuanto antes.


¿Cómo podemos identificar que nuestro perro está teniendo un ataque epiléptico?

Dichos ataques pasan por distintas fases:

Fase prodrómica: el perro presentará inquietud, cambio de comportamiento.
Aura: empieza a mostrarse agresivo y miedoso.
Fase ictal: dan comienzo las convulsiones.
Fase posictal: una vez terminadas las convulsiones, el animal debe recuperarse, aunque lo hará descoordinado y desorientado.


Otros síntomas que pueden desarrollarse son:

  • Salivación excesiva del animal o movimientos como si masticara
  • Alucinaciones
  • Pérdida de conciencia o caídas
  • Puede orinarse o defecar de manera involuntaria


Aunque actualmente no existe una cura contra la epilepsia canina, su tratamiento ayudará a paliar los síntomas para intentar reducir su frecuencia. Por ello, si tu perro padece epilepsia, es importante que lleve un continuo seguimiento de su veterinario de confianza.

Cómo introducir un nuevo gato en casa

Si tienes un gato en casa y has tomado la decisión de introducir uno nuevo en vuestra familia, debéis tener en cuenta que se trata de una decisión que puede que no le guste tanto al felino que ya tenéis.

Por ello, debéis tener paciencia y seguir estos consejos que os ayudará a facilitar la introducción de este nuevo miembro gatuno en casa:


¿Qué gato debo elegir?
Debéis tener en cuenta que si vuestro gato fue separado de su madre pronto y/o de sus hermanos, es posible que no hayan tenido relación con otros de su especie y lo más probable es que al principio le cueste adaptarse al nuevo minino.


¿Qué debo hacer antes de introducir al nuevo gato?
Vuestra casa vivirá nuevas adaptaciones, lo ideal es ir introduciendo objetos que serán del nuevo miembro una semana antes en la casa para que el gato que ya tenéis se vaya acostumbrando al olor.

Recordad que existen feromonas felinas sintéticas que ayudan a sobrellevar el estrés de los gatos en casos como este. Consultad a vuestro veterinario para que os recomiende. Y hablando de…


¿Debo ir al veterinario con el nuevo gato antes de ir a casa?
Por supuesto. Es de vital importancia que visites al veterinario para que realice un chequeo general y descartar posibles enfermedades que puedan contagiar al gato que ya tenéis. Si se trata de un minino joven y aún no ha sido esterilizado, os recomendamos hacerlo tanto en el caso de las hembras (para evitar camadas indeseadas y enfermedades) como en los machos (para evitar comportamientos territoriales).


Ya tengo el nuevo gato en casa, ¿qué hago ahora?
Repetimos lo mismo del principio: paciencia. Se trata de un proceso que puede llevar varias semanas e incluso meses dependiendo de los gatos, por tanto, no forcéis la situación.

El nuevo miembro debe tener una habitación asociada a él con sus cosas, que no se junten con las del gato que ya había para que no crea que le están invadiendo su territorio.

Esta habitación, con todo lo necesario para el gatito, será donde permanezca durante un tiempo para evitar conflicto con el otro gato pero dejando que se oigan y se huelan de vez en cuando.

Una buena idea es hacer intercambio de juguetes y mantas durante la primera semana para que vayan captando sus olores, y después de esta semana, empezamos con el contacto visual, siempre bajo nuestra vigilancia y teniendo al nuevo gato en un transportín.

No os asustéis si hay bufidos al principio, ya veréis como poco a poco, irán desapareciendo. También podéis darles un premio después de cada encuentro.

Una vez dicho contacto visual esté superado, empezamos con la toma de contacto, siempre con vosotros vigilando. Si veis que vuestros gatos son tranquilos, podéis dejar que se acerquen por sí solos, pero sino, mejor que tengáis al nuevo en brazos o que siga en el transportín en caso de que pueda originarse una pelea.

Poco a poco, veréis como se van oliendo más e incluso, empiezan a mostrarse más curiosos entre ellos.

De todos modos, sabemos que puede resultar un poco complicado, por ello, recordad que lo más importante es que consultéis a vuestro veterinario si habéis decidido adoptar otro gatito y este os irá indicando qué hacer.

Estornudos en gatos

Los estornudos son un reflejo del cuerpo para limpiar la nariz. En la mucosa nasal hay receptores, si hay algún tipo de estímulo que llega a estos, el cuerpo dispara el reflejo y es cuando el gato estornuda.

Si suele hacerlo muy de vez en cuando, no es preocupante. Los ambientadores, perfumes o productos de limpieza pueden provocarlos.

Ahora bien, si suele estornudar muy a menudo o tienen otros síntomas, puede tener de causa:

  • Gripe felina
  • Resfriado
  • Alergias
  • Cuerpos extraños
  • Bultos (tumores)

Por ello, si además de estornudar continuamente, presenta alguno de estos síntomas, debes acudir a tu veterinario cuanto antes:

  • Fiebre y malestar general
  • Falta de apetito y pérdida de peso
  • Secreción en los ojos o la nariz
  • Dificultad para respirar o ronquidos al respirar

Enriquecimiento ambiental felino

El enriquecimiento ambiental felino consiste en hacer que el gato encuentre bienestar en el hogar, tanto físico como psíquico, emocional y social.

Para ello, es importante conseguir un ambiente donde el gato pueda desarrollar todas las conductas propias de su especie. ¿Qué quiere decir eso? Pues que debemos adaptar la infraestructura de nuestro hogar, su decoración y elementos para que se acomode lo máximo posible.

Indispensable:

  • Proporcionar lugares seguros.
  • Lugares de descanso.
  • Lugares de juego.
  • Proporcionar oportunidades adecuadas para juegos de caza.
  • Proporcionar un ambiente respetuoso con el sentido del olfato.

Como resultado, además de conseguir que nuestro gato esté más feliz, conseguirás un mayor vínculo con él.

¿Cómo proteger a mi mascota del frío?

Tanto los gatos como los perros sufren diversas patologías causadas por las bajas temperaturas.
Entre las precauciones a tener en cuenta está la calefacción, que ajustaremos de forma que sea cómoda para personas y mascotas. También podemos colocar bolsas de agua caliente y mantas en la cama de la mascota, ¡pero con mucho cuidado!, les pueden causar quemaduras o hipertermia.


Consejos
La mayoría de perros están bastante bien adaptados al frío (excepto razas sin pelo o algunos de raza mini que son muy frioleros, esos si deberían llevar ropa de abrigo).
Tener en cuenta que la temperatura normal de tu mascota es de 38,3º.
Si los bañamos aseguraros de secarlos muy bien.


Patalogías que pueden sufrir por el frío

El sistema respiratorio de perros y gatos es sensible al frío, traqueobronquitis, neumonía, faringitis y laringitis, podrían ser algunas de las patologías.
El distemper canino, o moquillo, tos de las perreras.
Dermatomicosis: en ambientes húmedos y cerrados.
Artritis, displasias y artrosis: también se acentúan con el frío.

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Síntomas

Ronquera, mucosidad nasal, lagrimeo, fiebre y los estornudos. Los gatos asmáticos pueden tener episodios más severos y frecuentes si no los cuidamos bien.

Pueden aparecer como apáticas y sin energía:

  • Inapetencia, cansancio.
  • Temblores y los tiritones son una señal muy evidente.
  • Movimientos muy lentos y torpes: el exceso de peso puede presentarse por falta de ejercicio, hay que ajustar el aporte calórico de la dieta durante el invierno.

La mayoría de perros están bastante bien adaptados al frío (excepto razas sin pelo o algunos de raza mini que son muy frioleros).

Pero si notas alguno de estos síntomas en tu mascota acude a tu veterinario de confianza.
Además también puedes vacunarlos frente a la tos de las perreras.

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