En los perros, la epilepsia no es un trastorno común, y hay algunas razas que son propensas a padecer ataques epilépticos, como pueden ser los labradores, el golden retriever, beagle o el pastor alemán.
Estos ataques se producen cuando la actividad eléctrica de su cerebro se altera y produce convulsiones. Puede ser debido a diferentes factores, por ello, lo más normal y recomendable es que consultes a tu veterinario inmediatamente para conocer el origen de la epilepsia y poder tratarla cuanto antes.
¿Cómo podemos identificar que nuestro perro está teniendo un ataque epiléptico?
Dichos ataques pasan por distintas fases:
Fase prodrómica: el perro presentará inquietud, cambio de comportamiento.
Aura: empieza a mostrarse agresivo y miedoso.
Fase ictal: dan comienzo las convulsiones.
Fase posictal: una vez terminadas las convulsiones, el animal debe recuperarse, aunque lo hará descoordinado y desorientado.
Otros síntomas que pueden desarrollarse son:
- Salivación excesiva del animal o movimientos como si masticara
- Alucinaciones
- Pérdida de conciencia o caídas
- Puede orinarse o defecar de manera involuntaria
Aunque actualmente no existe una cura contra la epilepsia canina, su tratamiento ayudará a paliar los síntomas para intentar reducir su frecuencia. Por ello, si tu perro padece epilepsia, es importante que lleve un continuo seguimiento de su veterinario de confianza.