Las garrapatas pueden afectar a diferentes animales, y en el caso de los felinos, se adhieren a la piel para alimentarse de su sangre y les puede ocasionar enfermedades.
Si sospechas que tu gato puede tener estos parásitos, primero tienes que detectarlos. A veces se ven rápido pero en otras ocasiones es necesario detectarlas con el tacto. Una vez la encuentres, mantén la calma y no intentes arrancarla de cualquier forma. Lo más recomendable es acudir a un veterinario para que la elimine, pero si prefieres hacerlo en casa, necesitas unas pinzas o unas pequeñas tenazas para agarrar la garrapata e ir estirando hacia fuera hasta que se suelte.
Aún así, independientemente de si has extraído la garrapata o no, es fundamental acudir al veterinario para asegurarnos que el parásito ha salido por completo.
Info: Anicura